Carolina Pacheco: Lo lindo es ver Esto Como un Ecosistema

La juventud (27 años) de Carolina no se condice con su trayectoria y curriculum. Más bien, sus logros, proyectos y motivaciones son un ejemplo de quien se moviliza por su pasión creativa. Esta entrevista es una invitación a conocer a esta diseñadora integral de la Universidad Católica que se dedica a la investigación, desarrollo y transferencia de biomateriales para las áreas creativas.

 

Ella enfoca su disciplina como una herramienta para entender y darle sentido al quehacer creativo mediante la construcción de relatos que ayuden a visibilizar diferentes procesos ligados a nuestra cultura material.

Por su testimonio, entendemos que se motiva desde la colaboración con personas de diferentes áreas creativas o científicas como un medio de aprendizaje que guíe mi curiosidad por aprender nuevos procesos o oficios. 

Actualmente está desarrollando el proyecto Calcáreo - espacio de divulgación y transferencia de materiales derivados de algas pardas y residuos de la marisquería - y es Académica de la Escuela de Diseño UC y Coordinadora/Profesora del Programa de Formación en Biomateriales del Laboratorio de Industrias Creativas, Sinestesia. 

 

¿Cómo nace tu inquietud por investigar los biomateriales orgánicos en Chile y aplicarlo al diseño?

 Desde chica que siempre he sido muy artista, me encantaba pintar, hacer manualidades e incluso a veces intervenir mi ropa. Sin embargo, también tenía otros intereses muy ligados a las áreas científicas. En el colegio tomaba los electivos de ciencias y me encantaba el ramo de física, biología y química.

Cuando tocó el momento de elegir carrera, sabía que quería algo creativo. No sabía bien qué era el diseño pero me interesó, ya que lo vi como una herramienta para poder intervenir en algo que realmente me apasionara. En diseño no había muchos ramos ligados a las ciencias. De hecho, en ese entonces solo se podía entrar a la carrera siendo humanista. Así fue como pasé 4 años buscando lo que realmente me gustara ligado al diseño.

Tuve ramos gráficos, textiles, industriales y, finalmente, en 8vo semestre tomé un taller que se dictaba por primera vez en la Escuela llamado Biodiseño. Nunca antes había escuchado el término pero me interesaba demasiado explorar esa intersección. Mi intuición no me falló y terminé amando este nicho emergente.

Encontré un espacio de exploración que me hacía mucho sentido ya que se centra, principalmente, en estudiar la naturaleza y sus estrategias de conformación material, para así referenciar estos procesos en diseño. Desde el análisis microscópico, al impacto en los ciclos bio-geo-químicos. 

 

¿Ves a la industria chilena mirando con interés el uso de biomateriales? y, ¿en qué áreas específicamente?

 Probablemente sí. Hay un interés en hacer un cambio en los materiales que se usan en la industria para evitar el uso de plásticos de un solo uso o materiales que no se pueden reciclar, esto ligado a nuevas regulaciones que eventualmente van a terminar erradicando el uso de estos en productos. Sin embargo, no apunto y no considero estar muy ligada a la industria, aún no.

Siendo muy honesta, todavía veo mi trabajo como si estuviera jugando a experimentar en mi cocina, porque realmente recién estoy aprendiendo sobre esto. Creo que mi práctica ahora se centra mucho más en las personas y en el poder educar a través del hacer. Trabajar con materiales involucra muchas dimensiones y procesos que deben llevarse a cabo de manera paralela. Por un lado, se necesita un avance en el desarrollo tecnológico que nos permita adecuar máquinas para la fabricación en una escala mediana de producción.

Por el otro, también se debe considerar al ecosistema de actores involucrados en esto, desde las relaciones humanas, la valorización de su trabajo y cómo se relacionan con las especies con las que trabajan. Es clave que si estos materiales llegan a industrializarse haya un entendimiento pleno sobre lo que implica usarlos y el respeto por los ciclos y tiempos de desarrollo que, muchas veces, suelen no coincidir con las demandas de tiempo y escala industrial. De todas maneras, respondiendo a tu pregunta, para allá vamos pero a un paso lento y cuando realmente estemos seguros del impacto que pueda tener.

 

Nos imaginamos que por la característica de los insumos que usas para tus proyectos debe haber un desarrollo de la industria o artesanías extractivas locales. ¿Ves un desarrollo de estas áreas en los lugares donde obtienes los materiales?

 ¡Sí! Es importante aclarar que las personas del mundo creativo que nos estamos involucrando en este desarrollo no estamos creando nada que no existiera antes, sino más bien proponiendo nuevos vínculos que permitan generar colaboraciones productivas. Creo que hay de todo y depende obviamente de la materialidad con la que se esté trabajando. Por ejemplo, en el caso de mis colegas en el Laboratorio de Biofabricación FADEU (Biofab UC), que trabajan con la fabricación a partir de micelio de hongos, han hecho un trabajo de vinculación muy bueno con empresas que producen y cultivan hongos para la industria alimenticia.

 

Esto les ha permitido compartir y comparar procesos productivos para fabricar productos de manera colaborativa. Por otro lado, en el caso de mi proyecto Calcáreo,  buscamos colaborar con otro tipo de empresas como por ejemplo las de la Industria Acuícola que cultivan especies marinas como algas y mariscos.

En este ámbito estamos empezando a establecer alianzas con Granjas Marinas que tengan una visión y ética productiva similar a la nuestra. Por ejemplo, está Cultivos Cholche en Ancud - granja de pequeña escala - liderada por Justo García, quien se ha enfocado en desarrollar técnicas de cultivos mixtos para diversificar las especies que produce y así generar un menor impacto en la Bahía en la que se ubica. Con ellos estamos viendo cómo utilizar los desechos del desconche de sus mariscos y así generar un flujo constante de materia que podamos resignificar en objetos y productos de diseño. En cuanto a las algas, es un poco más complejo. Actualmente sólo el 7% de las algas que se usan en la industria cosmética y farmacéutica provienen del cultivo, el resto es recolectado o incluso a veces extraído de manera poco cuidadosa, lo que puede afectar a la regeneración de estas especies.

Actualmente, en este ámbito nos proveemos de biopolímeros extraídos de estas algas de manera industrial y por empresas locales, pero me gustaría poder involucrarnos más con el cultivo y el proceso de extracción de estos polisacáridos. Lo lindo es ver esto como un ecosistema, en el que muchos actores están involucrados y que su rol es igual de importante para que en conjunto podamos revalorizar y crear materiales no convencionales pero, que sean capaces de descomponerse y reintegrarse nuevamente a los ciclos del ecosistema. 

 

Siendo tú misma muy joven, ¿ves un interés de las generaciones de estudiantes actuales de diseño en este desarrollo de biomateriales?

 ¡Sí! Veo un interés creciente desde que empecé a involucrarme en este nicho. Dentro de la academia como también fuera de esta. Por un lado, en varias  escuelas de diseño a nivel nacional se están integrando cursos de biomateriales como por ejemplo en la Diego Portales, el Biolab FAU de la Universidad de Chile, el Protein Lab de la UTEM, la Universidad Católica de Talca y el Valparaíso Makerspace de la PUCV. Por el otro lado, también hay muchas iniciativas no convencionales que ofrecen programas y cursos para aprender a fabricar este tipo de materiales para aplicaciones creativas. Por ejemplo, Sinestesia, una especie de Fab Lab para las industrias creativas que además de hacer cursos en Santiago también se vincula con espacios en regiones que les interese desarrollar cursos en su ciudad.

En mi experiencia, no son solo estudiantes de diseño quienes están interesados en aprender, sino también muchos artistas, artesanos, arquitectos e incluso he tenido personas de las ciencias como la bioquímica y química. Lo interesante es verlo como un espacio de encuentro entre diferentes disciplinas en donde se combina lo mejor de cada área por un bien común. 

Finalmente, pensando que tienes que manipular diferentes materiales constantemente, ¿usas joyas diariamente o para ocasiones especiales?

 Yo uso las mismas joyas todos los días. Siempre ando con anillos y porque tienen un gran valor emocional para mí. Algunos han sido regalos especiales o de amigas orfebres pero, en especial, nunca me saco los anillos que heredé de mi abuela, incluso cuando estoy trabajando con mis manos, mezclando y lavando. Ya son parte de mí y me acompañan todos los días. Y, a pesar de todo lo que hago, están intactos, mantienen el mismo brillo y calidad.

 

Puedes ver más sobre Carolina en su Instagram @caro.pa.ch.e.co

Y este es el Instagram de su proyecto Calcáreo @cal.careo

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Nota: Carolina ha trabajado como colaboradora y asesora en diferentes proyectos de investigación en biomateriales como, por ejemplo, en el desarrollo práctico de materiales a partir de algas rojas (pelillo) en la Región de los Lagos (FONDEF Bioplástico Territorial - USACH/PUC/Fundación Chinquihue); en la iniciativa para desarrollar biomateriales en el Fab Lab Austral de Puerto Williams (2020);  en la exhibición de un Sistema Indumentario Futuro, Vestigios del Colectivo Ronda (2022); como investigadora del proyecto Lugae, biomaterial derivado de algas rojas liderado por Fernanda Vio (2019) y, recientemente, colaboró con la empresa británica Notpla, junto a Margarita Talep, en la investigación y desarrollo de packaging para la industria alimenticia. 


1 comentario


  • Colomba

    Alto impacto la musa de este mes!!! Todas una inspiración!! Que seca en lo que hace felicitaciones Caro!


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